El final de la última glaciación (alrededor de 8.000 años a.c.) trajo cambios importantes en el planeta, al aumentar la temperatura y retirarse los hielos provocó grandes cambios en los diferentes hábitats. Los grandes herbívoros como mamuts y renos se trasladaron hacia el norte provocando el cambio de alimentación de los habitantes de cada zona. Debido a estos cambios las poblaciones humanas empezaron a dejar las cuevas y a establecerse en las planicies cerca de los ríos. De esta manera empiezan aparecer los primeros asentamientos estables, y al mismo tiempo se empieza a extender la práctica de la agricultura y la ganadería. Con la domesticación aparece la trashumancia, lo que conlleva a relacionarse con otros pueblos y compartir conocimientos y se empiezan a establecer rutas comerciales. Estos desplazamientos no se hicieron al mismo tiempo en todas partes, siendo la zona de Iraq y Egipto el primer lugar donde se han encontrado pruebas de esta actividad.
Con la aparición de grandes asentamientos humanos la práctica médica se especializa y aparece la figura del chamán, brujo o sanador. Estas personas acumulan los conocimientos religiosos y curativos del pueblo o ciudad. Los sanadores ocupaban los estratos superiores de la sociedad y eran muy admirados por la población. Debido a los escasos conocimientos médicos que se tenían entonces, los sanadores mezclaban estos conocimientos sanitarios con las creencias mágica o religiosas. Así mismo tenían muchos conocimientos sobre las plantas que tenían propiedades curativas. Las primeras operaciones de las que se tiene constancia son las trepanaciones. Esta práctica estaba bastante extendida en todas las culturas. Habiéndose encontrado restos tanto en oriente como en Europa o en los Andes. Durante el neolítico la civilización Sumeria y la Egipcia empiezan a utilizar la escritura. A partir de este avance empezaremos a tener los primeros conocimientos de la sabiduría de estas civilizaciones.
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